sábado, 12 de enero de 2013

Transitando El Fondo del Mar. Barbados


Luego de unos buenos días de vacaciones y tradiciones de fin de año, vuelvo para seguir trayendo referencias y datos de lugares y actividades turísticas a las cuales puedan sacarles el mayor provecho.



Mucho depende la calificación que le pongamos a un destino turístico de las actividades que nos ofrecen así como la calidad de servicio que recibimos, pues ese es el motivo por el cual tengo algunos buenos recuerdos de Barbados y el saldo no fue del todo negativo; fui a dar a esta Isla del Caribe a través de un crucero y debo decir que de no ser por la actividad que hoy vengo a compartirles, Barbados sería una especie de día perdido de aquellas vacaciones. 

El rato que estuvimos en Bridgetown, su capital, lo tuvimos que pasar mayormente en el puerto; esta experiencia es una de esas que acumuló motivos para empezar este blog pues desafortunadamente no nos preparamos en lo más mínimo para esta visita (de un día) y verdaderamente fue imposible improvisar. Mi inglés fluyó muy poco y los lugareños, la verdad no hicieron casi ningún esfuerzo por ayudarme, la Sra. de la taquilla de información del puerto parecía estar brava conmigo; quizás yo le recordaba a algún turista que la ilusionó o algo así; y pues por mas que le pelé el diente haciendo tanta mímica como se me ocurría a la vez que intentaba preguntar algunas cosas esta mujer no paró de decirme que no entendía, con ese tono gritón que tienen los sajones del caribe, rotando su cabeza repetidas veces de un lado al otro y volteando sus blanquisimos ojos al cielo… vaya que quedé marcado jajaja, a lo sumo logré entenderle, o al menos eso creí yo, que el centro de la ciudad quedaba muy lejos como para ir caminando; entonces nosotros, que teníamos una “excursión” ya reservada con los servicios del crucero y para la cual no faltaban sino un par de horas, preferimos quedarnos visitando los comercios del propio puerto, donde desafortunadamente no hay mucho que recomendar.

Pero lo que me hizo incluir este paseo a TransitANDO fue la excursión de aquel día, siempre que tengo chance me apunto en alguna nueva experiencia durante mis viajes, así me aseguro de hacerlos inolvidables, y ese es el caso de Barbados. Contratamos la excursión del paseo submarino, y vaya que si valió la pena. El fondo del mar es algo increíble, probablemente mas que su superficie cuando nos marca su perfecta raya horizontal!  Hasta aquel día, las maravillas del fondo del mar solo las había podido ver someramente, como quien descarga el demo de una aplicación, haciendo algo de snorkel en La Tortuga y Los Roques y si que estaba conforme, pero aquí, aunque sin duda es mucho menos interactivo, se suman otros valores como el navegar en submarino o sentirte mucho mas seguro, por ejemplo.




Del Puerto, los servicios del crucero nos trasladaron hasta el muelle de Atlantis, prácticamente dentro de las mismas instalaciones; como todo lugar turístico que se respeta, te dejan esperando un rato para el inicio de la actividad dentro de una pequeña tienda de souvenirs de la misma empresa para que por adelantado ya empieces a comprarte los recuerdos de esta experiencia... Rato mas tarde llegó un barco, el Ocean Quest, en el que con algunas bebidas alcohólicas incluidas zarpamos, alejándonos del puerto en una travesía de unos 30 minutos quizás o un poco mas hasta llegar a un lugar en el medio del mar, pero aún frente a la bahía, donde luego de un instante emergió nuestro siguiente transporte; interesantísimo y claro que emocionante todo aquello desde el mismo momento en que empiezas a ver el movimiento en el agua por causa del submarino que se aproxima… una vez a flote, amarradas ambas naves y unidas por una pasarela hicimos el trasbordo, y tal cual como en las comiquitas, nos metimos por una escotilla redonda.

Dentro, aquello era bastante estrecho como para que sea un lugar 100% contraindicado para los claustrofóbicos. Son dos hileras de asientos dispuestos hacia ambos laterales y de espaldas entre si, con espacio justo pero suficiente para tus piernas y pies, los cuales claro no pueden ir estirados ni nada por el estilo, también hay espacio para bolsos y carteras a lo largo de toda la sala y frente a los asiento, numerosas ventanillas redondas y no muy grandes, te resultarán la mejor visión acuática posible después del submarinismo como tal, me imagino. Un monitor a uno de los lados de la cabina te indica los pies de profundidad a los cuales se navega (recuerdo que llegamos a uno 80 pies aprox) y pequeñas carteleras ubicadas entre cada ventana te informa con gráficos los tipos de especies vivas que podrías encontrar mas adelante.


Claro que al inicio no ves sino las burbujas que se forman con el choque del agua contra la embarcación y esa imagen casi hipnótica que generan los rayos del sol al atravesar la superficie marina, pero una vez iniciada la inmersión, y el monitor marca mas y mas pies de profundidad entonces el color azul del agua se hace un poco mas oscuro y empiezan a verse uno que otro cardumen, quienes nadando en distintas direcciones pero esquivándose acertadamente dan la sensación de que transitan como por autopistas imaginarias y te hacen empezar a cobrar el costo de la inversión que recién hiciste. Ya cuando llegas al fondo marino, y sabes que no habrá mas descenso, parte de la tensión desaparece y es porque aquel escenario te hace olvidarte de todo, corales y peces hacen su función y no puedes mas que quedarte maravillado. El submarino en ocasiones llega a estar muy muy cerca de la arena y se pasea en las profundidades por unos 20 minutos aproximadamente, mientras tanto, el piloto te da algunas indicaciones o referencias de lo que se ve; afortunadamente este servidor no estudió con la Sra. del puesto de información así que su tono es bastante mas moderado y adecuado para el momento y su inglés, aunque aún isleño, es pausado así que se puede hacer el esfuerzo de entender.

Describir el fondo del mar es sencillo si se hace referencia a cualquier documental de Discovery Channel o se vio Finding Nemo, y quizás intentar hacerlo no dé valor agregado a esta nota, pero créanme que esta es una experiencia como pocas, además Barbados es señalada como una de las mejores plazas para el submarinismo en ela zona oriente del Caribe, en parte porque yacen muchas embarcaciones en las profundidades del mar, propiciando la formación de arrecifes los cuales como es bien sabido crean estupendos escenarios para las especies marinas. Durante el paseo, los trípticos que te dan en la tiendita aquella de las que les hablé al principio, explican que incluso el propio gobierno de Barbados en alguna época propició el hundimiento de viejas embarcaciones para multiplicar los ingresos que son producto del turismo de submarinismo, si bien esta historia no la he podido confirmar bibliográficamente, si es cierto que esta nación es reconocida por los entendidos de este deporte, y para que no se dude mas, nuestro paseo incluyó un avistamiento de naufragio.



Los submarinos de Atlantis prestan sus servicios en distintos lugares, Cozumel, Aruba, Hawai y Barbados, claro, son solo algunos y por lo que he visto en la Internet se trata del mismo tipo de nave, con distintas ofertas de servicio, así que donde los encuentren espero puedan probar esta experiencia que bien vale lo que cuesta.  

Lamentablemente, le entendí muy mal a la tipa aquella y resulta que el centro estaba bastante cerca como para irse a pie, así que me tocará volver a Barbados para hablarles del resto de sus atractivos.