Luego de unos buenos días de vacaciones y tradiciones de fin
de año, vuelvo para seguir trayendo referencias y datos de lugares y
actividades turísticas a las cuales puedan sacarles el mayor provecho.
Mucho depende la calificación que le pongamos a un destino
turístico de las actividades que nos ofrecen así como la calidad de servicio
que recibimos, pues ese es el motivo por el cual tengo algunos buenos recuerdos
de Barbados y el saldo no fue del todo negativo; fui a dar a esta Isla del
Caribe a través de un crucero y debo decir que de no ser por la actividad que
hoy vengo a compartirles, Barbados sería una especie de día perdido de aquellas
vacaciones.
El rato que estuvimos en Bridgetown, su capital, lo tuvimos
que pasar mayormente en el puerto; esta experiencia es una de esas que acumuló
motivos para empezar este blog pues desafortunadamente no nos preparamos en lo
más mínimo para esta visita (de un día) y verdaderamente fue imposible
improvisar. Mi inglés fluyó muy poco y los lugareños, la verdad no hicieron casi
ningún esfuerzo por ayudarme, la
Sra. de la taquilla de información del puerto parecía estar
brava conmigo; quizás yo le recordaba a algún turista que la ilusionó o algo
así; y pues por mas que le pelé el diente haciendo tanta mímica como se me ocurría
a la vez que intentaba preguntar algunas cosas esta mujer no paró de decirme
que no entendía, con ese tono gritón que tienen los sajones del caribe, rotando
su cabeza repetidas veces de un lado al otro y volteando sus blanquisimos ojos
al cielo… vaya que quedé marcado jajaja, a lo sumo logré entenderle, o al menos
eso creí yo, que el centro de la ciudad quedaba muy lejos como para ir
caminando; entonces nosotros, que teníamos una “excursión” ya reservada con los
servicios del crucero y para la cual no faltaban sino un par de horas,
preferimos quedarnos visitando los comercios del propio puerto, donde
desafortunadamente no hay mucho que recomendar.
Pero lo que me hizo incluir este paseo a TransitANDO fue la
excursión de aquel día, siempre que tengo chance me apunto en alguna nueva
experiencia durante mis viajes, así me aseguro de hacerlos inolvidables, y ese
es el caso de Barbados. Contratamos la excursión del paseo submarino, y vaya
que si valió la pena. El fondo del mar es algo increíble, probablemente mas que
su superficie cuando nos marca su perfecta raya horizontal! Hasta aquel día, las maravillas del fondo del
mar solo las había podido ver someramente, como quien descarga el demo de una
aplicación, haciendo algo de snorkel en La Tortuga y Los Roques y si que estaba conforme,
pero aquí, aunque sin duda es mucho menos interactivo, se suman otros valores
como el navegar en submarino o sentirte mucho mas seguro, por ejemplo.
Del Puerto, los servicios del crucero nos trasladaron hasta
el muelle de Atlantis, prácticamente dentro de las mismas instalaciones; como
todo lugar turístico que se respeta, te dejan esperando un rato para el inicio
de la actividad dentro de una pequeña tienda de souvenirs de la misma empresa
para que por adelantado ya empieces a comprarte los recuerdos de esta
experiencia... Rato mas tarde llegó un barco, el Ocean Quest, en el que con algunas
bebidas alcohólicas incluidas zarpamos, alejándonos del puerto en una
travesía de unos 30 minutos quizás o un poco mas hasta llegar a un lugar en el
medio del mar, pero aún frente a la bahía, donde luego de un instante emergió
nuestro siguiente transporte; interesantísimo y claro que emocionante todo
aquello desde el mismo momento en que empiezas a ver el movimiento en el agua
por causa del submarino que se aproxima… una vez a flote, amarradas ambas naves
y unidas por una pasarela hicimos el trasbordo, y tal cual como en las
comiquitas, nos metimos por una escotilla redonda.
Dentro, aquello era bastante estrecho como para que sea un
lugar 100% contraindicado para los claustrofóbicos. Son dos hileras de asientos dispuestos hacia ambos laterales y de espaldas entre si, con
espacio justo pero suficiente para tus piernas y pies, los cuales claro no
pueden ir estirados ni nada por el estilo, también hay espacio para bolsos y
carteras a lo largo de toda la sala y frente a los asiento, numerosas
ventanillas redondas y no muy grandes, te resultarán la mejor visión acuática
posible después del submarinismo como tal, me imagino. Un monitor a uno de los
lados de la cabina te indica los pies de profundidad a los cuales se navega (recuerdo
que llegamos a uno 80 pies aprox) y pequeñas carteleras ubicadas entre cada ventana te informa con
gráficos los tipos de especies vivas que podrías encontrar mas adelante.
Claro que al inicio no ves sino las burbujas que se forman
con el choque del agua contra la embarcación y esa imagen casi hipnótica que
generan los rayos del sol al atravesar la superficie marina, pero una vez
iniciada la inmersión, y el monitor marca mas y mas pies de profundidad entonces
el color azul del agua se hace un poco mas oscuro y empiezan a verse uno que otro cardumen,
quienes nadando en distintas direcciones pero esquivándose acertadamente dan la
sensación de que transitan como por autopistas imaginarias y te hacen empezar a
cobrar el costo de la inversión que recién hiciste. Ya cuando llegas al fondo
marino, y sabes que no habrá mas descenso, parte de la tensión desaparece y es
porque aquel escenario te hace olvidarte de todo, corales y peces hacen su
función y no puedes mas que quedarte maravillado. El submarino en ocasiones
llega a estar muy muy cerca de la arena y se pasea en las profundidades por
unos 20 minutos aproximadamente, mientras tanto, el piloto te da algunas
indicaciones o referencias de lo que se ve; afortunadamente este servidor no
estudió con la Sra.
del puesto de información así que su tono es bastante mas moderado y adecuado
para el momento y su inglés, aunque aún isleño, es pausado así que se puede
hacer el esfuerzo de entender.
Describir el fondo del mar es sencillo si se hace referencia
a cualquier documental de Discovery Channel o se vio Finding Nemo, y quizás
intentar hacerlo no dé valor agregado a esta nota, pero créanme que esta es una
experiencia como pocas, además Barbados es señalada como una de las mejores
plazas para el submarinismo en ela zona oriente del Caribe, en parte porque yacen muchas embarcaciones en las
profundidades del mar, propiciando la formación de arrecifes los cuales como es
bien sabido crean estupendos escenarios para las especies marinas. Durante el
paseo, los trípticos que te dan en la tiendita aquella de las que les hablé al
principio, explican que incluso el propio gobierno de Barbados en alguna época
propició el hundimiento de viejas embarcaciones para multiplicar los ingresos
que son producto del turismo de submarinismo, si bien esta historia no la he
podido confirmar bibliográficamente, si es cierto que esta nación es reconocida
por los entendidos de este deporte, y para que no se dude mas, nuestro paseo
incluyó un avistamiento de naufragio.
Los submarinos de Atlantis prestan sus servicios en
distintos lugares, Cozumel, Aruba, Hawai y Barbados, claro, son solo algunos y
por lo que he visto en la
Internet se trata del mismo tipo de nave, con distintas
ofertas de servicio, así que donde los encuentren espero puedan probar esta
experiencia que bien vale lo que cuesta.
Lamentablemente, le entendí muy mal a la tipa aquella y
resulta que el centro estaba bastante cerca como para irse a pie, así que me
tocará volver a Barbados para hablarles del resto de sus atractivos.
ESA TIPA DEL AEROPUERTO TIENE QUE HABER TENIDO ALGÚN PROBLEMA ,PARA NO CAER ANTE TUS ENCANTOS AJJAJAJAJAJ , ME QUIERO MONTAR EN UN SUBMARINO, QUE EXPERIENCIA , Y COMO LA NARRASTE ES PERFECTA DEBERÍAN DE PAGARTE ESTOS PANAS DUDO MUCHO QUE LE HAGAN MEJOR PROPAGANDA QUE LA TUYA ACÁ .VOY A COMPARTIRLO ....BESOS SIGUE CONTANDO CADA VEZ ES MEJOR
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